Al fin van cayendo las hojas, el agua se va por el sumidero y el ruido va dejando de atormentarme. Por fín todo va llegando de nuevo a su lugar.
Así estoy hoy, ya descubriendo la realidad de mi salud, GRACIAS A DIOS.
Lo que había dejado atrás hace ya casi un año al fin lo reasumo: mi compromiso de oración sacerdotal, el orden y limpieza en mi cuarto, las deudas viejas, las cosas que fui guardando y que debía rapartir, todo va sucediendo. Esta misma mañana hablé con mi inspector ( the boss) y me volví a poner a la orden.
MIL GRACIAS a la mágicas doctoras Ana Cecilia Márquez y María Fátima Abreu que me sacaron de esta cuneta donde caí. Mil gracias al Padre José De Franceschi, mi director espiritual, quin supo exigirme y no dejar que me quedara en la fosa. Mil gracias a mis hermanos de comunidad que me supieron aguantar cuando ya ni yo mismo me aguantaba más. Mil gracias a mi familia que solo pudo rezar porque la lejanía no los dejó hacer más. Mil gracias a mis pequeños que con sus abrazos y su esperanza me dieron de dónde agarrarme para salir adelante.
Declaro que ya todo está volviéndo a su lugar y que espero allí se quede...
AMÉN
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