Perdonen el silencio, pero debí pasar la semana en los Retiros Espirituales Anuales, un compromiso obligatorio para los de mi congregación. El tema no fue gran cosa ( La Liturgia) pero el tiempo en paz sí que lo fue y especialmente el reencuentro con sacerdotes de 70 y más años que se la pasan echando chistes y anécdotas y viven con la alegría de un chamito, eso sí que estuvo bien bueno.
Como foto de cómo quedé les dejo esta de David Jhons ( otro blogger) Tener el alma en calma es como el paso de un riachuelo... poético nó?
2 comentarios:
Los retiros espirituales siempre lo dejan a uno con el alma limpiecita, y si a eso le sumamos el reecuentro con viejos compañeros, esto se convierte en una magnifica amalgama que arrulla al acorazón.
Saludos.
Ahh que bueno pero nos diste pocos de tu experiencia personal ...me encantan los retiros y creo que por esta epocan me hacen falta
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