Pero no todo son trabajos y discuciones en esta casa, hay un momento que es muy distinto. La Señorita tiene una hija pequeña, se llama Ruth. Tiene apenas 1 año y 4 meses, camina y come como una máquina ( como yo), pero todavía no habla, al menos con las demás personas de la casa, pero sí conmigo. Será porque no entiende que sólo soy un instrumento pre-programado, un amasijo de cables y luces, o porque sencillamente me agarró cariño, la pequeña Ruth se instala a balbucir frases ininteligibles conmigo casi todos los días, me trae regalitos (galleticas, papelitos), pero sobre todo me considera "alguien" y no una cosa. Sospecho el motivo de mi simpatìa para con ella; su gran tristeza es que no tiene pelo, sino una fina capa de lanilla chorreada sobre su cabezita ( motivo de burla de los demás niños)....y yo, al igual que ella, también soy calvo. Será por eso que se me sienta al lado y comparte conmigo su tristeza. Quisiera haber sido programado para poderle responder y hacerla sentir mejor; pero sé que no es necesario, con mostrarle atención Ruth tiene suficiente. Bendita sea su sencilléz.
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